jueves, 5 de marzo de 2015

Ajedrez

Gabriella Ciardelli
Comentario de texto

‘Ajedrez’

El poema ‘Ajedrez’ escrito por Jorge Luis Borges hace parte la obra El Hacedor de 1960. Esta obra se considera como una de sus piezas más personales y reflexivas, ya que explora ampliamente la simbología oriental y la cultura europea. Este poema retrata un pensamiento del autor que se refleja específicamente en su descripción y la relación presentada entre el tablero y las fichas de juego, los jugadores y el tiempo. Ya que se escribe esta obra hacia sus 60 años, cuando ya su ceguera lo restringe completamente, podemos inferir que lo escribe entre sus introspecciones sobre su vida, ya que la interpretación literal y visual del mundo no eran posible.

Borges hace una reflexión de la vida y la compara metafóricamente a un juego de ajedrez. El tema universal es el de una vida pre-destinada, y un pensamiento de que la vida que vivimos está controlada por un poder ajeno. En el ultimo párrafo vemos esto cuando dice ‘Dios mueve al jugador, y este, la pieza.’ Dada a la variedad de culturas con las que creció Borges, es difícil conectar este pensamiento con una religión especifica, pero por la mención de un Dios y una vida pre-destinada, podríamos concluir que se asemeja al cristianismo. Un juego de ajedrez es rígido, reglamentado tal como es en este caso la estructura. El poema se divide en parte I y II, cada uno compuesto por 4 estrofas. El total de ocho estrofas hace de este poema dos sonetos, con versos de 4, 4, 3, 3. La rima, también es regular: A, B, B, A, A, B, B, A, C, E, D, E, E, D en ambas partes del poema. Vemos como Borges sigue la estructura clásica de el soneto, lo que hace posible una conexión directa con las reglas establecidas en el ajedrez. Para el propósito de análisis se va a ver el poema con la separación de apartes ya existente, I y II.  

En la primera parte se presenta la perspectiva y el punto de vista de el ‘yo narrativo.’ Es decir de donde se está mirando lo que está comentando y presentando en el poema. Se menciona en la primera línea ‘en su grave rincón…’ al presentar el rincón se entiende como se esta mirando de un lugar ajeno y omnisciente, que no tiene mucha presencia en lo que se va a desarrollar. Al hacer uso del epíteto ‘grave’ el lector lo conecta con un lugar oscuro y tenue, que le empieza a dar una cierto ambiente al poema. La perspectiva ajena se conecta con la existencia del poder extraño que controla el juego. En la primera estrofa también se hace una relación entre el tablero y el tiempo, y cómo el tablero es el sujeto de la demora: ‘el tablero los demora hasta el alba.’ Se establece un cronotopo en el que se entiende que la acción que sigue es consecuencia de este ambiente. El alba representa el pasar del tiempo, y como los jugadores están sometidos a esa figura central, que es mirada desde el rincón, el tablero.

En la segunda estrofa se presentan las piezas de juego, y con sus respectivos epítetos se logra un ritmo que no solo le da continuidad al poema, sino también contextualiza al lector sobre cada una de las piezas y su rol en el juego. Aquí, la perspectiva se acerca a algo más especifico. Estos adjetivos usados tienen una connotación que muestra acción y movimientos de preparación para una respectiva situación: ‘armada reina, rey postrero, oblicuo alfil y peones agresores.’ Es evidente como se les da una habilidad guerrera, lo que les da importancia y relevancia en el tablero de juego. Borges, al no poder ver las fichas físicamente, usa estos adjetivos que para el representan la respectiva figura de juego.

En las ultimas dos estrofas, se cambia la perspectiva, se aleja de lo objetivo y se enfoca más en el tema cómo herramienta universal.  Al mencionar ‘cuando los jugadores…el tiempo los haya consumido’ el lector entiende que este juego es exhaustivo y como es ignorante a un tiempo organizado y determinado. Con esta ideología, Borges menciona: ‘no habrá cesado el rito.’ Con la palabra rito Borges logra volver a conectarse con la idea de la religión, y como ‘este juego es infinito.’ Al usar estas hipérboles, la idea de que el poema trata sobre un simple juego queda opacada por una idea mucho mas abierta, pues se evidencia la reflexión de la vida como un juego de ajedrez ya que el yo lírico menciona: ‘como el otro, este juego es infinito.’ El otro juego, es el de la vida, y ahora, los dos son infinitos.  

En la II parte del poema, se mira esta idea con un tinte mas tenue y negativo. Los adjetivos usados en la segunda estrofa para describir las piezas, ahora cambian por unos de debilidad e inferioridad: ‘tenue rey, sesgo alfil, encarnizada reina, torre directa y peón ladino.’ En la sexta estrofa se refuerza la idea que son inferiores pero mostrándolos como ingenuos, pues se presenta de nuevo la idea de el destino pre existente: ‘No saben que la mano señalada del jugador gobierna su destino.’ El uso de la sinécdoque muestra como la mano en realidad representa al jugador, junto con sus pensamientos y decisiones. Las fichas que inicialmente eran poderosas, ahora están sometidas a las decisiones del jugador, es decir no tienen ningún tipo de libertad ni de poder ante el desafiante tablero. Cuando Borges presenta la idea de que el ‘albedrío esta sujetado’ se refuerza esta idea por medio de la yuxtaposición: esta idea de la inexistente libertad ante el juego.

Las últimas dos estrofas se pueden considerar como un cierre y una conclusión, que presentan todas las ideas anteriores de una manera mas literal y explícita: ‘El jugador es prisionero…de las negras noches y blancos días’ esta metáfora hace la conexión entre el ajedrez y la vida más vivida. Los dos colores también los menciona Borges en la primera estrofa, esta reaparición le da una conexión a las ideas y hace el mensaje más presente. No solo lo evidente que simbolizan los colores, que es el tablero, si no como somos prisioneros de todo, de lo malo y de lo bueno. La pregunta retórica que cierra el poema, hace al lector cuestionar ese destino que ya existe ‘¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza de polvo y tiempo y sueño y agonías?’ es decir, ¿quién esta detrás de Dios, que lo controla y lo hace pasar por todo lo que pasamos en esta vida? Este final abierto deja al lector con dudas de lo que realmente es Dios, ya que este ser supuestamente omnisciente también esta siendo controlado. Esta idea de religión esta reforzada por una referencia que se hace a el personaje de ‘Omar’. Este, era un gran filósofo Persa; Omar Jayam, que también encontró una semejanza entre el ajedrez y la vida. Las ideas se complementan gracias a que conocemos que este personaje dudaba de las pruebas que daba la vida, esto lo que lo definía como escéptico. Esta manera de pensar se puede conectar con esta reflexión final, ya que Borges cuestiona la existencia de un ser tan idolatrado como Dios.

Es así, como podemos suponer que el poema ‘Ajedrez’ refleja un pensamiento de Jorge Luis Borges. En la manera en la que se presentan todos los elementos como el tablero, y las fichas se hace una relación con los jugadores y el tiempo. Ese tiempo infinito logra evocarse en los jugadores, y como estos por medio de las fichas eliminan cualquier posibilidad de libertad de decisión. Como he mencionado, la presencia de un Dios que domina todo se cuestiona, pues este también tiene alguien que lo maneja. Este poema ha usado todos los elementos de el juego de ajedrez, para metaforizar el juego de la vida. Borges, completamente ciego y ajeno a el mundo visual escribe ‘Ajedrez’ como su representación de lo que fue la vida y los años que quedaban por ser. 


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