En el poema Alguien, escrito
por Jorge Luis Borges, se puede evidenciar una reflexión sobre un sentimiento
de felicidad que se da en una etapa tardía en la vida del yo poético, es
posible que este poema sea un análisis de la vida desde un punto en el que él
sabe que está cerca a su final. El poema toca temas como la memoria, el olvido,
el amor y el tiempo.
El libro en el que se publica el poema que será analizado en el
siguiente comentario es El Otro, El Mismo
el cual fue publicado en 1964. Para iniciar, es pertinente dar un corto
contexto sobre Borges; Quien nació en Argentina el 24 de agosto de 1899, fue un
escritor y poeta que se vio influenciado no solo por la cultura argentina pero
también por la cultura europea. Borges publica El Otro, El Mismo casi diez años después de haber quedado
ciego, cuando tiene 65 años. Existe una cosa muy característica sobre la poesía
de Borges es que existen ciertas etapas en las que se pueden notar un cambio en
su estilo, y en este libro se puede notar un cambio desde su publicación
anterior, ya que esta es su segunda publicación después de quedar completamente
ciego.
Considerando
el estilo poético de Borges, se va a iniciar este análisis haciendo mención a
la estructura del poema, ya que la rigurosidad métrica que existió previamente
en sus poemas no está presente en Alguien. El poema se divide en tres estrofas, la primera
siendo mucho más larga (con 22 versos) que la segunda y la tercera (con 6
versos), además de esto el poema no tiene rigurosidad métrica y no sigue ningún
tipo de estructura fija. Esta estructura permite que la primera parte del poema
fluya mucho más que el final, lo cual afecta el ritmo del poema. La estructura
de las estrofas del poema no solo afecta la estructura sino que también se ve
afectada por lo que cuenta el mensaje ya que de una forma logra dividir el
poema en dos partes, una en la que cuenta algo y otra en la que reflexiona
sobre esto mismo.
Como se mencionó inicialmente, el poema parece ser una
reflexión sobre un sentimiento de felicidad, lo que llama una “misteriosa felicidad” la cual considera
un regalo junto a las cosas que le regala la vida. En el poema Borges transmite
un momento de felicidad en un contexto que se puede considerar algo oscuro.
Esto es porque en el principio y el final del poema se puede ver una idea sobre
la vejez y la muerte, ya que habla sobre el final de la vida, y la
perseverancia después de la muerte, esto se puede notar por isotopías que
tienen que ver con temas oscuros como son: muerte, polvo, atroz e infierno.
Este ambiente que crea Borges no necesariamente le causa al lector un
sentimiento de tristeza o de nostalgia ni ningún tipo de sentimiento malo, al
contrario, logra que el lector se sienta emocionado por lo que le está pasando
al personaje sobre el cual se cuenta esta historia, lo cual demuestra que lo
que quería transmitir no era ese sentimiento oscuro, sino un aspecto positivo y
feliz en la situación. El tema de la muerte y la perseverancia después de esta
está presente en más de uno de los poemas que se pueden encontrar en El Otro, El Mismo, esto nos permite
asumir que Borges tiene una razón para incluirlo y que quizás es miedo a la
muerte o al final de las cosas en general.
Esta idea está ligada con la idea que el presente es solo
una ilusión entre el pasado y el futuro.
“Un hombre que no ignora que el
presente
Ya es el porvenir y el olvido”
Ya es el porvenir y el olvido”
Esta idea que propone Borges
sobre el tiempo es muy interesante, y se puede ligar con la idea de lo que
sigue después del final y también con el tema de la memoria. Así que se podría
decir que en el caso de este poema el tema central (aparte de la felicidad) es
el tiempo. Con Borges, un tema recurrente en sus poemas es el deterioro,
especialmente con su ceguera, y en el caso de este poema se puede notar la
presencia del deterioro, pero con una connotación diferente a la que se podría ver
en sus otros poemas ya que en este poema en particular él logra hablar sobre el
final y el deterioro sin ningún tipo de rencor presente. Esta idea del tiempo y
de la memoria logra transmitir una percepción desde el yo poético sobre lo que
se debe disfrutar en la vida. Ya que presenta una idea sobre la posibilidad de que
si uno se dedica a analizar las “ráfagas de felicidad” de las que habla de dará
cuenta que no merece ser feliz. Finalmente, Borges logra reconocer la libertad
de la persona, y de la capacidad de reconocer que la vida sigue siendo valiosa
a pesar de las dolencias.